El despertar y levantarse de la cama cada mañana, aparte de ser una hermosa bendición de Dios, también se convierte en una puerta a otras personas. Esto porque hay muchas personas que hoy no pudieron despertar y levantarse de su cama, pero lo delicado no es que no se pudieron levantar, sino; lo que hicieron el día anterior donde sí pudieron hacerlo, y si alguien se tomó el tiempo para hablarles de Dios y abrir la puerta que conduce a la vida eterna.
La mayor parte de las personas se levantan y ni tan siquiera ordenan su cama, la pregunta es ¿estas personas oraran y darán gracias a Dios por un nuevo día? Es difícil creer que alguien que no ordena su cama pueda tomarse el tiempo para orar, es difícil creerlo por la simple razón; que estas son las personas que piensan que todos los días son iguales y que no hay nada especial en ese nuevo día que comienza.
Ordenar tu cama es como decirle a ese nuevo día, estoy listo para ir por mi propósito porque sé que esta cama me estará esperando, para descansar cuando vuelva de cumplir con la parte que hoy me toca aportar para un mundo mejor.
Dice la biblia; que Dios es un Dios de orden y no de desorden; y nuestro día comienza cuando nos levantamos cada mañana.
Tú decides si comenzarlo en orden o en desorden.
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Credits by: Olvin Soto Herrera
La Revista Ruah
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